Las emociones pueden ser tan fuertes que son capaces de superar y superar la cualidad. Este fue el episodio del pasado sábado en San Cristóbal, cuando la gestión de un partido loco, lleno de impulso y ganas pudo ser un aliciente mayor que todo lo demás. A la gente no le importaba si había calidad o no, porque estaba dedicado a Táchira o a Caracas.
Hubo roces por todo el campamento, peleas, cuerpo a cuerpo, aunque siempre con las ganas por encima del plantel. El fútbol, por sus características de deporte con los pies, tiene estos detalles: no siempre gana el superior, el más cualificado, sino el que se entrega con más vehemencia, con más celo, con ardor incesante.
La gran incertidumbre en el resultado echa más leña al fuego del partido, y los jugadores de la capital del país, aunque derrotados en los penaltis, pueden estar satisfechos. Hay una máxima en el fútbol y en la vida misma: el deber cumplido después de dar todo lo que pudimos dar…
El Mundial Sub-17, al igual que un torneo masculino, suele tener sus altibajos. Hubo un tiempo en que México era el equipo a vencer, y miren, salieron de la cosecha derrotados por Mali. Venezuela hizo como en los últimos campeonatos: ganar contra los que ganarán, perder con los que perderán.
Derrotaron a Nueva Zelanda, empataron con los mexicanos y fueron derrotados por Alemania y Argentina, dos de los grandes candidatos. Es arriesgado, por tanto, calificar el nivel futbolístico de un país como resultado de un campeonato de este tipo; Estos adolescentes cambian con el tiempo, y los jugadores que deslumbran a los 17 años se pierden años después en el laberinto del fútbol mundial.
Así, el fútbol va y viene, aparece y desaparece, porque ya forma parte del día a día de las personas. En Sub 17, en Sub 20 y en todos los Sub del planeta…
La vida no se detiene, y eso es lo que asume Fernando Aristeguieta. El “Colorao” del fútbol venezolano, retirado prematuramente por una lesión por descuido, inició este lunes su labor al frente del Puebla Sub 23.
Estudiante de fútbol, y también de letras universales, completó el ciclo de formación de director técnico en los cursos recibidos en Argentina, para tomar el mando de la selección mexicana en sus últimos años.
Comenzó así una carrera llena de esperanza, alimentada por los sueños de Fernando, que siempre proclamaba, entre sus amigos, que siempre había querido dirigir. Y la dirección ha comenzado. Gran ataque, seguramente continuará su saga más allá de las líneas.
Te veo allí.