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En el Colegio Nacional Robinsoniano, en la ciudad de Caracas, se inició la VII reunión de coordinación continental de los Movimientos del ALBA, con la participación de 19 países y más de 30 delegados de diferentes partes de América Latina, para seguir los planes de trabajo y articular. nuevas acciones comunes durante dos días consecutivos.
Entre los participantes estuvieron el ministro del Poder Popular para las Comunidades y Movimientos Sociales, Jorge Arreaza; Joao Pedro Stédile, miembro de la Dirección Nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil (MST); Hernán Vargas, Viceministro de Economía Comunitaria y Claudia de La Cruz, Co-Directora Ejecutiva del Foro de los Pueblos de Estados Unidos (EEUU).
En el panel de apertura se discutió sobre la crisis sistémica y la transición hegemónica, las luchas patriarcales, la integración latinoamericana y caribeña, la defensa de los comunes, los nuevos mecanismos de intervención y la batalla de ideas.
Los participantes explicaron los roles que juega cada país en materia de integración latinoamericana y ofrecieron una lectura sobre este nuevo momento de gobiernos progresistas en la región.
“El presidente Chávez planteó la creación de una alternativa a la imposición del ALCA (…) así nació, que luego se convirtió en alianza y que tiene ese componente institucional de gobierno y movimientos sociales y que, en medio de las dificultades, ALBA ha sido la organización más atacada, la más atacada en los últimos años, y esto sigue siendo”, dijo Arreaza.
El ministro enfatizó la tolerancia y la unidad entre los movimientos y gobiernos revolucionarios y progresistas para trabajar constructivamente.
“Necesitamos una agenda mínima de acción, donde los derechos sociales sean el centro de las garantías, el derecho a la educación, a la salud, a la educación, a la vivienda, a los servicios públicos, a la vida y que todo movimiento empuje a la institucionalidad y al gobierno a darse cuenta de que agenda”. añadió.
Joao Pedro Stédile señaló que la inestabilidad de la capital se ha hecho patente en todo el mundo y subrayó que la transformación en la lucha de los pueblos sólo será posible “si participamos de estos procesos de cambio”.
“El capitalismo nos impone la tarea de buscar soluciones internacionales porque su modo de producción acaba con lo nacional. Estamos ante procesos que explican que el imperio norteamericano está en decadencia. La guerra en Ucrania es una expresión exteriorizada de sus intereses guerreros económicos, que es la muerte”, dijo.
Insistió en que Estados Unidos utiliza la industria bélica para imponerse porque ya no tienen el poder económico sino Eurasia, que también incluye al 48% de la población mundial.
La reunión de coordinación se extenderá hasta este viernes, con una conferencia sobre los dilemas de la humanidad, para llegar a las conclusiones finales de las cinco líneas del Plan de Trabajo, para la construcción de un cronograma de acciones concretas, responsabilidad y distribución de tareas.