Aunque no hay cifras oficiales, se estima que más de 40 presos políticos -todos hombres trasladados del Sebin y la Dgcim- se encuentran recluidos en la cárcel de El Rodeo I, catalogada como de “máxima seguridad”. Las celdas son de 2×2 y cuentan con cuna, colchoneta fina y aseo. Ninguno de los reclusos comparte celda y tienen prohibido tener contacto entre sí. Su dieta es restringida y no reciben luz solar directa.
Familiares de presos políticos aseguraron este jueves 24 que el penal de máxima seguridad construido en El Rodeo I “es el nuevo centro de tortura en Venezuela”, debido a las condiciones “inhumanas” contra los detenidos y la constante intimidación de sus familiares.
Andreina Baduel, hermana del preso político Josnar Adolfo Baduel, dijo que algunos detenidos en los penales del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) El Helicoide y de la Dirección General fueron trasladados a este penal de máxima seguridad, que depende del Ministerio Penitenciario. Servicio. de la Inteligencia Militar de Cantra (Dgcim). Aunque no hay cifras oficiales, estiman que en este lugar hay más de 40 hombres.
Explicó que las celdas son de 2×2 y cuentan con una litera, una colchoneta delgada y un baño. Ninguno de los presos comparte celda y tienen prohibido tener contacto entre sí. Su alimentación es restringida y no reciben luz solar directa.
“Son como jaulas”, afirmó Baduel, quien expresó su preocupación por la pérdida de peso en todos los presos políticos, que podría agravar algunas patologías y enfermedades ya existentes.
El trato dado a los familiares durante las visitas es calificado por ellos de “degradante”. Son sometidos a registros exhaustivos y encapuchados hasta llegar al lugar de la visita, donde apenas disponen de 15 minutos y no pueden hablar de problemas que los guardias presentes -generalmente tres por preso- consideran “sensibles”. Ni siquiera pueden tocarse ni abrazarse, ya que las entrevistas se hacen con cristales de por medio.
“Responsabilizamos al régimen por su integridad y a los que estamos aquí que alzamos la voz, porque como vieron en el video, estamos intimidados y amenazados”, dijo Baduel.
Considera que su familia sufrió represalias políticas por las posturas de su padre, el exministro Raúl Isaías Baduel, quien falleció bajo custodia estatal por una supuesta patología que se agravó en prisión. Por ello, Andreina Baduel llamó a diversos organismos internacionales “a acompañarnos, ONG y activistas para que sepan que en Venezuela continúan las violaciones a los derechos humanos”.
Dijo que todos los familiares aspiramos “a que haya justicia y libertad para todos los presos políticos”. Seguimos alzando la voz por ellos.
Milianny Castillo, hermana de Oswaldo Castillo, denunció que a los detenidos en El Rodeo I se les da poca comida, ya que “todos han perdido peso”. Su hermano, estudiante de décimo semestre de ingeniería, es uno de los condenados a 30 años por el “caso drones”, como se conoce al presunto intento de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro en agosto de 2018.
Castillo abogó por que se permita la comunicación sin amenazas ni intimidaciones con sus familiares. Destacó que, en su caso y el de otras cuatro familias, en una ocasión le ordenaron cortar la llamada cinco minutos después de iniciada por decisión de los guardias, quienes desconocen si pertenece al Ministerio del Servicio Penitenciario. u otro cuerpo de seguridad por no estar identificados.
“La violación de los derechos humanos y la intimidación a sus familias están aumentando. Dijeron que si denunciamos las condiciones empeorarán”, afirmó.
Milianny Castillo también denunció la situación de Wilder Vásquez, uno de los trasladados a El Rodeo I desde el Sebin el pasado 4 de abril pese a haber cumplido la totalidad de la condena. Solicitó a las autoridades considerar este caso y otorgar su boleta de liberación.
Por su parte, Jairo Bethermy, padre del primer teniente Jairo Bethermy, pidió a las autoridades permitir un régimen de visitas adecuado y ayudar a quienes presentan patologías de salud. “Necesitamos tocar y ver cómo están nuestros familiares”.
Explicó que su hijo sufre dolores de espalda, pero no comunicó mucho más debido a las restricciones en Rodeo I. Reiteró que las condiciones de este nuevo penal son “inhumanas”.
Giovanca Ávila, hermana de Henrybert Rivas, otro de los detenidos por el caso del dron, dijo que entienden las medidas de seguridad impuestas en prisión, pero afirmó que los familiares son encapuchados e intimidados durante las visitas. “¿Qué garantía tengo para los miembros de mi familia? Nos tapan los ojos para que no veamos el camino. Nos dicen que esto es un penal de máxima seguridad. Nos dicen que tienen servicio médico, nos tratan con respeto, pero cuando nos tapamos los ojos, eso nos afecta psicológicamente”.
Henrybert Rivas fue detenido el 21 de septiembre de 2018. Sus familiares se enteraron días después en cadena nacional. Ávila dijo que solo ha podido hablar con su hermano cinco minutos desde su traslado el 4 de abril.
Thanicar Braz, familiar del capitán Antonio Sequea, también denunció que sólo permiten el ingreso al penal a familiares directos, es decir padres, esposos o hijos mayores de edad, por lo que “no hay manera de que algunos internos tengan visitas” por el camino. porque muchos familiares migraron debido al acoso de las fuerzas de seguridad.
“No reciben luz solar ni luz directa, no se les permite el contacto con otros presos. Ni siquiera dejan que los niños vean a sus padres porque es una prisión de máxima seguridad”, dijo Braz.
El capitán Antonio Sequea y su cuñado Fernando Noya fueron capturados el 4 de mayo de 2018 en las costas de Aragua, en el marco de la denominada operación Gedeón. Ambos se encontraban en El Helicoide y fueron trasladados al Rodeo I.
“Persiguieron a todos los familiares del capitán Sequea, todos los que visitan a Antonio están involucrados. Estuve detenido en el Sebin durante 28 horas”, denunció.
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