En Ecuador, grupos de narcotraficantes vinculados a los cárteles de México y Colombia aterrorizan con sus masacres carcelarias
“Atrapado ladrón, justicia indígena”, fue el grito de guerra de unos 500 aborígenes y campesinos de Ecuador que marcharon este viernes 9 de febrero por las calles de la ciudad andina de Latacunga, en protesta contra la narcoviolencia que aterroriza al país.
“La delincuencia está empezando a atacar a las comunidades”, afirmó Lourdes Tibán, prefecta (gobernadora) de la provincia de Cotopaxi, cuya capital es Latacunga.
Tibán afirmó que ante esta situación los pobladores aplicarán la justicia indígena, reconocida por la Constitución según sus tradiciones y mediante la cual personas acusadas de diversos delitos fueron azotadas, rociadas con agua helada y hasta quemadas vivas en eventos públicos.
La manifestación, que se desarrolló pacíficamente desde una antigua estación de tren hasta la sede del gobierno local, reveló el descontento de la población por la crisis de seguridad que enfrenta la nación.
En Ecuador, grupos de narcos vinculados a los cárteles de México y Colombia aterrorizan con sus masacres carcelarias, que han dejado más de 460 presos desde 2021, y su ferocidad en las calles, donde los asesinatos pasaron de 6 a 46 por cada 100.000 habitantes entre 2018. y 2018. 2023.
Cansados de la delincuencia, vecinos de la provincia de Cotopaxi marcharon con un gran cartel en la cabeza que decía: “El crimen y la delincuencia están en el Estado”.
Durante años, las organizaciones narcotraficantes se han infiltrado en funciones públicas como la justicia y transformaron a Ecuador, con 17 millones de habitantes, en un centro de operaciones estratégico para el transporte de cocaína a Estados Unidos y Europa, señala el informe de RFI.
“No vamos a entregar (a los delincuentes) a la policía”, agregó Tibán, un líder nativo que enfatizó que la justicia indígena “tratará a los delincuentes en las comunidades”.
Los manifestantes también protestaron contra la política del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, de obtener recursos para su lucha contra las organizaciones narco, a las que calificó de “terroristas” y “beligerantes”, ordenando a los armados neutralizarlas.
Noboa declaró al país en “conflicto armado interno” ante un narcoataque que en enero dejó una veintena de muertos, más de 200 policías y guardias penitenciarios detenidos temporalmente y ataques directos a infraestructuras públicas y privadas.
El presidente, que asumió el cargo el pasado noviembre para 18 meses tras ser elegido en elecciones anticipadas, propuso el aumento del 12% al 15% del impuesto al valor agregado (IVA) como “una de las alternativas para financiar la lucha contra el terrorismo”. . es rechazado por los pueblos originarios.
La poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) de Ecuador, que participó en las revueltas que derrocaron a tres gobernantes entre 1997 y 2005, encabeza la oposición social a esta iniciativa, que fue rechazada por el Congreso, en el que el oficialismo es minoría.
Pese al rechazo parlamentario, Noboa insistió en su propuesta de aumento, que generaría alrededor de 1.300 millones de dólares al año. El IVA es una de las mayores fuentes de divisas para Ecuador y la tasa del 12% permitió recaudar unos 8.400 millones de dólares (8% del PBI) en 2023.
“Nuestra posición siempre ha sido no a los impuestos, no meter las manos en el bolsillo de los ecuatorianos”, dijo al AFP Agustín Cachipuendo, jefe del área de refuerzo de la organización de la Conaie.
Si se aumenta el IVA, “automáticamente aumentarán los productos de primera necesidad (…) perjudicando a los sectores más pobres como nuestro pueblo”, añadió.
Más bien, solicitó que el gobierno recaude casi 4.600 millones de dólares que las empresas deberían adeudar en impuestos, incluidos unos 89 millones del Grupo Noboa, que pertenece a la familia del presidente, y que se dedica a diversas actividades como la exportación de banano.
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