Petróleos de Venezuela (PDVSA), a través de Chevron, tuvo que importar gasolina de Estados Unidos para mejorar el crudo pesado que extrae de la Faja del Orinoco. La operación, que según Argus Media se realiza desde diciembre de 2022, se realiza porque hay un retraso en los envíos de condensado desde Irán.
Al parecer, desde finales de 2022 hubo una reducción en los niveles de nafta enviada desde Irán y por ello Chevron envió cerca de 1,57 millones de barriles de nafta desde sus instalaciones al complejo petroquímico Jose en Anzoátegui.
El portal especializado indicó que un carguero iraní descargó en enero unos 440.000 barriles de condensado South Pars, cantidad inferior a los dos millones que se reportaron en el mismo mes de 2022.
Por otro lado, Chevron no puede utilizar productos persas por las sanciones que tiene la OFAC con productos que se fabrican en Irán y por eso envía la gasolina que necesita para ayudar a incrementar la producción de petróleo en las empresas mixtas que mantiene con PDVSA.
En junio de 2022, el presidente Nicolás Maduro firmó un acuerdo de cooperación estratégica de 20 años con Irán, que prevé la colaboración en los campos de petróleo, petroquímica, turismo, alimentos y tecnología.
Irán amplió su papel en Venezuela el año pasado, enviando suministros para impulsar las exportaciones y técnicos para reparar una refinería. Pero el mal estado de los puertos, yacimientos petrolíferos y refinerías del país y la dura competencia de Rusia en el suministro de crudo a China seguirán limitando los ingresos por exportaciones.