En el suroeste de Pakistán, dos oficinas políticas fueron blanco de atentados con bomba este miércoles, causando la muerte de al menos 30 personas, según informaron funcionarios. Los ataques tuvieron lugar en la provincia de Baluchistán, una región que enfrenta una insurgencia y la presencia de varios grupos militantes. Estos incidentes generaron preocupación en vísperas de las elecciones parlamentarias, en un país ya afectado por disputas políticas y una crisis económica.
La violencia previa y durante las elecciones es algo común en Pakistán, país que ha luchado por controlar la militancia. Miles de policías y fuerzas paramilitares han sido desplegadas en todo el país, en respuesta a un reciente aumento de ataques, especialmente en Baluchistán. Aunque nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad de estos actos, poco después se reportó otro ataque que cobró la vida de al menos 12 personas en la oficina del partido Jamiat Ulema Islam.
Estos ataques, que dejaron a más de dos decenas de personas heridas, han sido condenados por prácticamente todos los partidos políticos. El partido Jamiat Ulema Islam, con vínculos estrechos con los talibanes de Afganistán, ha sido atacado en repetidas ocasiones, incluyendo un atentado en un mitin que ocasionó 54 muertes en julio, el cual fue reivindicado por una rama afgana del Estado Islámico.
La noticia termina con un mensaje que invita a apoyar la libertad de expresión en Venezuela.