Un amigo de toda la vida, aficionado al fútbol, charlaba en un grupo discutiendo por qué un equipo había ganado al otro y cuáles eran los motivos. Uno de ellos argumentó: “Se salvaron porque el arquero los detuvo a todos”. Y el amigo, perspicaz, sarcástico, respondió: “Sí, los fichó a todos. Bueno, hagamos algo para volver contentos a casa: el próximo partido lo jugaremos sin portero”.
Algo así podría ser la conversación entre los jugadores y técnicos de México en el final del Venezuela-México de la noche del miércoles, pero especialmente entre los periodistas, quienes en una jornada de pronósticos, de vuelos de pájaros de mal agüero, adelantaron, con palabras que sonaron. para despreciar, una goleada azteca a los “pobres” muchachos venezolanos…
México, un equipo con buen pie, con buen manejo del balón pero ineficaz en su fuerza, optó por la trampa. El orden táctico, irreprochable, iba a rodear a la Vinotinto. Pero aquí está el detalle, como decía el gran Cantinflas en una vieja película: es Venezuela la que supo descifrar a los mexicanos con un jugador, Yeferson Soteldo, que al caer hacia la derecha dislocó la programación del rival para que Salomón Rondón se recuperara. de su. La actuación anterior contra Ecuador, llegará fácilmente.
El técnico Fernando Batista sorprendió con la formación de jugadores que no estaban, aparentemente, en los planes: Jon Aramburu en la banda derecha y Eduard Bello como señuelo en el ataque. Y fue en uno de esos destacamentos vertiginosos de este joven equipo, cuando se lanzó el penalti ganador…
Venezuela, firme, con la fe puesta en Rafael Romo (“la próxima jugaremos sin portero”), en Yordan Osorio y Nahuel Ferraresi en el centro de la defensa, aguantó todo lo que se pudo aguantar. México salió de los primeros ataques del partido, pero sin esa habilidad que convierte a equipos medianos en grandes. Fue un partido irrepetible, de esos que pasan o no pasan? Podría ser, pero estos torneos son cortos, suspiro de un día, y no hay remedio.
Hay que pasar, el domingo contra Jamaica, y esperar a ver qué pasa entre ecuatorianos y aztecas para saber cómo volverá el grupo B, pues al final todo el país vivió y disfrutó el propósito de Rondón Criollo Coraje de apoyar al mexicano. ataques, pero ten cuidado. Siempre decimos que hay que tener entusiasmo porque es un derecho inalienable, pero también que hay que hacer todo con precaución; En el libro de la precaución se dice que detrás de la euforia y la celebración hay entusiasmos que matan.
Te veo allí.