A dos años de la reactivación formal del paso fronterizo entre Colombia y Venezuela, los comerciantes de la zona no ven ninguna mejora económica. En un tramo del sector de Sánchez Osorio, en San Antonio del Táchira, de los 170 locales cerrados, solo 50 están abiertos.
El comercio y la industria en San Antonio del Táchira y Ureña aún registran un escenario incierto y sin opciones de revitalización, crecimiento y desarrollo a dos años de la reapertura de la frontera.
El 26 de septiembre de 2022 se produjo la reactivación formal de los pasos binacionales que unen Táchira con Norte de Santander, luego de permanecer cerrados por más de siete años y con las relaciones diplomáticas rotas entre Venezuela y Colombia.
“Todos teníamos la ilusión de que esto iba a cambiar, pero lamentablemente todo empeoró”, dijo el comerciante Freddy Gómez al diario local. La Nación.
Gómez destacó que con la reapertura de los puentes los visitantes no miran hacia el centro de la ciudad, sino que por el contrario, se dirigen directamente hacia la zona comercial de Cúcuta, capital del Norte de Santander.
En 16 cuadras del sector Sánchez Osorio, en San Antonio del Táchira, 170 tiendas cerradas, frente a las 50 que están abiertaslo cual refleja la difícil situación que se vive en la frontera, del lado venezolano.
El analista en problemas fronterizos, William Gómez, indicó que el eje San Antonio – Ureña se mantiene estancado, suponiendo que los registros comerciales una parálisis del 92%, frente a un escaso 8% de activos trabajando al 30% de su capacidad.
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“Hay dos zonas industriales muy importantes en el Táchira, como son Ureña y La Fría, que no operan ni al 20% de su capacidad instalada. “San Antonio y Ureña no tienen una reactivación económica por problemas de confianza, inseguridad y Falta de reactivación de los servicios públicos y del crédito”, afirmó Aldo Contreras, economista.
La famosa calle del cuero o gran escaparate del cuero ha desaparecido por completo. Lo que reina ahora en la entrada de Villa Heroica son los tarantinos que venden gasolina informalmente y algunas tiendas con productos, cuyo sello dice “hecho en Colombia”.
“Cada día vemos más tiendas vacías y gente que se va del país, porque no hay oportunidades”, continuó Freddy Gómez. Aclaró que, aunque sigue abriendo su negocio (peluquería y venta de desayunos), las ganancias que recibe son pocas.
Propuestas
Las propuestas de Aldo Contreras y William Gómez varían desde una Zona Económica Especial Fronteriza hasta una Zona Franca y un régimen para importaciones menores, sin abandonar la posibilidad de reactivar las casas de cambio en el eje.
“Urge la creación de un régimen especial en esta zona fronteriza, donde se brinden beneficios fiscales, arancelarios, parafiscales y aduaneros para que la zona tenga incentivos para la llegada de nuevas inversiones, que atraigan a turistas que vienen primero de Colombia y visitantes de otras regiones del país”, explicó el analista fronterizo.
Por su parte, el economista destacó que el movimiento comercial requiere de vías pavimentadas, electricidad, un sistema financiero y casas de cambio para de alguna manera dinamizar el sector comercial, especialmente el sector terciario, que es el de servicios, con la posibilidad de tener centros comerciales. y cines; Sin embargo, “estas opciones son muy difíciles con tanta desolación”.
“Debe haber un plan de modernización y activación económica, con exenciones tributarias, que creará una Zona Franca, una zona franca y la Zona Económica Especial Fronteriza”, dijo como colofón.
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