En entrevista con El País de España, Enrique Márquez se esforzó en mostrarse como un personaje comedido, partidario del cambio político, pero no de la exclusión del chavismo, ni de sus actuales dirigentes como fuerza política en el país; ni como enemigo de las distintas “oposiciones”
En medio de la polémica exclusión de María Corina Machado y su candidata a delegada, Corina Yoris, de la carrera presidencial por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), se presentarán los 12 candidatos nominados ante el organismo electoral para enfrentar a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio. empezar a buscar testamentos.
En la particular mezcla de postulados, todos cuestionados en mayor o menor medida por los sectores más duros de la oposición, surgió del partido la figura de Enrique Márquez, exmiembro de Un Nuevo Tiempo (UNT), tras decidir postularse. un cargo -que debía obtener- como rector del CNE para organizar las elecciones regionales y municipales de 2021.
Bajo un manto de cuestionamiento por parte de actores políticos de oposición y excomulgado por el partido que ahora nominó a Manuel Rosales como su candidato presidencial – esquivando también las críticas de la Plataforma Unitaria – Márquez intenta ahora resaltar su candidatura basada en ideas de consenso, encuentro, diálogo y reconciliación.
En una entrevista con El país desde España, Márquez se esfuerza en mostrarse como un personaje comedido, partidario del cambio político, pero no de la exclusión del chavismo, ni de sus actuales líderes como fuerza política en el país; ni como enemigo de las diversas “oposiciones” que no sólo se oponen al chavismo, sino que hacen lo propio entre sí.
Por eso, no creo en la idea de un “único rumbo” que enfrente al chavismo, sino en el consenso y la integración hasta encontrar un camino viable para ganar las elecciones.
“Pasa por entender que ahora es difícil. La mayoría de la oposición habla con el Gobierno, pero no entre ellos. Hay quienes lo han puesto muy difícil. El Gobierno, por supuesto, pone obstáculos y problemas. En mi campaña “Quiero desarrollar un liderazgo responsable e integrado. En este caso, estoy dispuesto a asumir la responsabilidad de ayudar a esa integración. No hay una solución mesiánica ni personalizada”, subrayó.
En ese mismo tono, no se manifestó en contra de la candidatura de Manuel Rosales, que parte de la opinión pública consideró como una traición a la Plataforma Unitaria pactada con el chavismo. Márquez considera que su exlíder en la UNT representa la política del pasado, pero quiere competir con él en un clima de respeto.
“Hay otros candidatos que se han inscrito como Rosales, un hombre con mucha experiencia, a quien trataré con respeto, pero que considero que pertenece a una clase política que representa el pasado. Intenta ser un candidato para el posconflicto. Tenemos que resolver la ecuación política, no podemos seguir en una polarización innecesaria”, insistió.
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La neutralidad que mostró a lo largo de la entrevista derivó en un tema inevitable: una hipotética amnistía para los líderes del chavismo, bajo la premisa de que no podían dejar el poder por temor a enfrentar consecuencias judiciales. En ese sentido, Márquez se mostró abierto e incluso dispuesto a proponer un proceso de amnistía, con la aclaración de que debe prevalecer la justicia.
“Todo se ha roto en esta polarización, en esta guerra. Estoy dispuesto a hablar sobre temas de amnistía y paz política. En mi presidencia, el perdón y la justicia serán una constante. No un perdón ciego, sino comencemos a sanar a todos”. estas heridas”, subrayó.
En un recorrido por sus principales rivales en la carrera presidencial, surgió el nombre de María Corina Machado y el apoyo popular que recibió en las primarias opositoras de 2023 como principal fuerza política de la oposición. Debido a su exclusión como candidata, el oponente que pretenda enfrentar a Maduro tendrá que acercarse a igualar esos niveles de apoyo popular. Márquez cree que puede porque la voluntad de la población apunta a cambiar de Gobierno y podría apoyarlo como lo hicieron con Machado.
“Creo en la unidad del pueblo y percibo que ya tomaron una decisión. Cuando uno camina por los barrios o mercados populares y le pregunta a la gente si quiere que esto siga igual, responde: ni modo. Los votos que Ellos apoyan son los mismos que me apoyan a mí o al candidato ganador. Yo aspiro a que esa gente que me apoya sea como ella”, afirmó.
Otro punto importante en el pensamiento de Márquez en el marco de su candidatura tiene que ver con la posibilidad real de un cambio de Gobierno, del panorama en el que el chavismo entrega el poder y acepta una derrota electoral. El exrector del CNE cree que lo hará porque el rechazo popular le hará entender que él es la única opción.
“Él no quiere hacerlo (entregar el poder). Pero creo que el tamaño de la evidencia es tal y el voto será de tal magnitud que el chavismo entiende que debe dejar el poder. Percibe que el chavismo necesita irse”. a la oposición por un tiempo”, dijo.
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Matizó esta opinión con el comentario de que, si llega a la presidencia, no será candidato a la reelección y, de hecho, intentará acabar con ese concepto para defender la alternancia en el poder.
“Quiero dejar un mensaje claro: seré un presidente que no será reelegido, que luchará para terminar con la reelección indefinida. Es un caldo de cultivo para el abuso en el uso del poder. El propio chavismo debe saberlo. que es saludable que entreguen el poder, que ésta es una democracia con alternancia”, afirmó.
* Para leer la entrevista completa, visite El país
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