En «La caída de la casa Usher» (Netflix), la ambición lleva a una familia a su perdición. Esta adaptación de la clásica historia de terror de Edgar Allan Poe se parece más a «Succession» de HBO que a la película de 1960 protagonizada por Vincent Price. El director Mike Flanagan ha logrado crear una rareza en la que el terror va más allá de lo sobrenatural y se convierte en una reflexión sobre el poder, la manipulación y la búsqueda desesperada de éxito.
En esta serie de Netflix, se evitan los clichés del género de terror y se profundiza en la temática. No se trata de los miedos a antiguos sótanos abandonados o fantasmas encadenados. En su lugar, Flanagan utiliza la alegoría de un oscuro legado familiar para explorar cómo la ambición puede convertirse en destrucción.
La serie se centra en Roderick Usher, interpretado por Bruce Greenwood, un patriarca con todo el poder pero sin felicidad. Como padre de seis hijos fallecidos, Roderick se convierte en una figura atormentada y obsesionada con el éxito. Flanagan convierte esta historia en una reflexión sobre los caminos poco éticos e inmorales que a menudo tomamos en la búsqueda del triunfo.
La producción de Netflix se inspira en las reflexiones sobre el poder de los últimos años. En lugar de fantasmas y casas encantadas, se muestra la manipulación de datos científicos, las adicciones y la corrupción financiera. Esta serie plantea la pregunta de si el verdadero terror se encuentra en el hombre mismo.
Flanagan logra una reinvención poderosa de la obra de Poe, que no necesitaba lo sobrenatural para funcionar bien. Como dijo Poe en su poema «El Cuervo», las pequeñas cosas terribles son inexplicables. Esta adaptación de «La caída de la casa Usher» es una obra bella y, quizás, poco comprendida debido a su rareza.
La serie está disponible en Netflix y consta de ocho episodios que homenajean a Poe y exploran la oscura faceta del poder y la ambición desmedida.