La ONG Una Ventana a la Libertad señaló que ni la Comisión Presidencial para la Revolución Judicial, instalada en junio de 2021, ni el llamado “Piano Cayapa” han logrado sus objetivos de reducir el hacinamiento en los calabozos policiales en todo el país. También se destacó la situación de las mujeres detenidas en estos sitios, a quienes se les niegan espacios para su estadía, visitas o artículos de higiene menstrual.
La organización Una Ventana a la Libertad publicó el jueves 8 los resultados de su informe sobre la situación en los calabozos policiales durante 2023, donde el hacinamiento, las muertes por enfermedades infecciosas y los retrasos procesales son los principales problemas de los detenidos en estos centros.
El año pasado, según el seguimiento realizado por Una Ventana à la Libertad en más de 280 celdas policiales, el hacinamiento alcanzó el 189,31%, más de 13 puntos por encima de lo registrado durante 2022. La ONG considera que los centros de prisión preventiva, en los que una persona sólo debe permanecer detenida un máximo de 48 horas, son “las nuevas cárceles del siglo XXI”.
Durante el segundo semestre de 2023, la población masculina en los calabozos policiales fue de 17.481 reclusos para una capacidad instalada de 9.234 espacios, mientras que en estos sitios se contabilizaron 2.028 mujeres, a pesar de que la capacidad instalada fue de 213 espacios.
Una Ventana a la Libertad puso como ejemplo la situación en el Distrito Capital. En las celdas de esta región apenas hay lugar para 1.053 personas, pero 2023 cerró con 3.036 reclusos, lo que se tradujo en un hacinamiento del 288,59%. Un caso similar se registró en el estado Zulia, donde hay plazas para 930 personas, pero se recibieron 2.473 detenidos.
La ONG señaló que ni la Comisión Presidencial para la Revolución Judicial, instalada en junio de 2021, ni el llamado “Piano Cayapa” han logrado sus objetivos de reducir el hacinamiento en los centros de prisión preventiva en todo el país. “El gobierno consiguió lo que buscaba: propaganda e imagen pública nacional e internacional, pero eso no resolvió el problema del hacinamiento en los controles policiales”.
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Respecto a la situación de los detenidos, Una Ventana a la Libertad registró que 17 personas murieron el año pasado por enfermedades como tuberculosis, complicaciones respiratorias e incluso desnutrición.
La organización también llamó la atención sobre la violencia autoinfligida, ya que el año pasado se registraron cinco casos de suicidio en celdas policiales. “El número de suicidios es tan alarmante que podemos compararlo con el de los casos de tuberculosis”.
Para Una Ventana a la Libertad, la grave situación penitenciaria del país persiste debido al colapso democrático del país. “Aquí está el problema: los privados de libertad sobreviven no sólo al hacinamiento y a las terribles condiciones carcelarias, sino también al colapso de la democracia y de todas sus instituciones.”
Pese a ello, proponen convocar a expertos en políticas públicas penitenciarias, que se cumpla el debido proceso y se ponga fin a la violación de los derechos humanos de las personas detenidas o privadas de libertad y sus familiares.
Mujeres arrestadas en calabozos
La organización Una Ventana a la Libertad ha puesto de relieve la situación de las mujeres detenidas en calabozos policiales, a quienes se les niegan espacios para su estancia, visitas o artículos de higiene menstrual. En todo el país sólo existen 12 celdas sólo para mujeres, 74 son sólo para hombres y el resto (207) son mixtas.
A cierre de 2023, 2.028 mujeres se encontraban recluidas en este tipo de centros. Suelen estar ubicados en oficinas convertidas en celdas; cuando ingresan o están embarazadas, no reciben la atención médica adecuada y sólo son trasladadas a un centro de salud cuando salen.
“En las celdas policiales hay más espacios para la población LGBTIQ+ que para las mujeres”, afirmó la ONG.
En tres celdas policiales de todo el país, los reclusos reciben papel higiénico y toallas sanitarias. Tampoco tienen derecho, a diferencia de los hombres, a recibir visitas conyugales. Sin embargo, algunas de ellas están embarazadas.
Una Ventana a la Libertad señaló que estas mujeres “se encuentran embarazadas o estuvieron embarazadas durante su estancia en el calabozo policial”, situación grave que debe ser investigada.
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