Las primeras cifras tratadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de las elecciones presidenciales celebradas el domingo en El Salvador, confirmando la victoria de Nayib Bukele.
En un mensaje sobre su dura política contra las pandillas.
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Los resultados oficiales preliminares comenzaron a publicarse casi dos horas después y desde el principio dieron una amplia ventaja al partido del presidente, Nuevas Ideas. Con el 31,49% de los sufragios, esas siglas sumaron casi 1,3 millones de sufragios, seguidas por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, con 110.244 sufragios.
“Gracias, El Salvador. Este día El Salvador ha batido todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo”, proclamó Bukele a altas horas de la noche desde Palacio Nacional, ante la aclamación de sus seguidores en la vía. “Sería la primera vez en un país que hay un partido único en un sistema plenamente democrático. Toda la oposición, junta, quedaría pulverizada”, alardeó, anticipando que Nuevas Ideas, sus siglas, conseguirá 58 diputados de 60 en la Asamblea, “por el momento”.
El presidente salvadoreño ha buscado renovar su mandato por otros cinco años, hasta 2029, y renovar su estrategia de seguridad pese a las críticas.
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“El pueblo salvadoreño ha hablado y “¿qué dijeron?” Que quiere seguir el camino”, defendió Bukele.
En un ambiente de celebración, miles de personas se congregaron tras el mensaje presidencial en la plaza principal de la capital salvadoreña con banderas, camisetas y hasta carteles con la figura presidencial.
Delya Rodríguez, de 31 años, se mostró encantada con los resultados. “Me considero fanática de Bukele, esta es la primera vez que soy fanática de un partido”, dijo la mujer propietaria de una granja de pollos y cree que los partidos tradicionales nunca han hecho nada a favor de personas como ella.
En cuanto a las críticas de Bukele, se dirigió directamente a ellas: “Es un presidente único y diferente en la historia. Es histórico”.
Horas antes, tras votar acompañado de su esposa, el presidente ya había propuesto declaraciones en las que defendía su dura política contra el crimen y las pandillas. Animó a sus electores a apoyar su proyecto para no perder ni un solo diputado en la Asamblea y así conservar “la herramienta que nos funcionó”, en referencia al régimen de emergencia en el que se encuentra el país desde hace casi dos años.
Su popularidad está respaldada por el cambio en el entorno de seguridad que, según encuestas de opinión pública, tiene presente el país centroamericano. En el pasado, El Salvador ha sido designado como uno de los más violentos del mundo.
Ante preguntas de los periodistas, rechazó las críticas externas a su modelo de seguridad y defendió que El Salvador ya no es la capital mundial del asesinato y “no lo logramos con una receta extranjera, sino con el régimen de emergencia”.
Según las encuestas nacionales antes de la votación, más del 80% de la población creía que la situación de seguridad en El Salvador había mejorado y, como dijeron algunos votantes, nadie quiere que las pandillas se apoderen de la tierra.
“Necesitamos seguir cambiando, transformándonos. Hemos vivido etapas de la vida muy difíciles, la verdad. Como ciudadano he vivido etapas de guerra, y con esta situación que vivimos con las pandillas… Ahora “Tenemos una gran oportunidad para nuestro país. Quiero que las generaciones vengan a vivir en un mundo mejor”, dijo José Dionisio Serrano, de 60 años, orgulloso de ser el primero en la fila, en una escuela convertida en centro de votación, en una zona anteriormente controlado por pandillas.
La delegación de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por la exvicepresidenta panameña Isabel de Saint Malo, dijo a periodistas que las elecciones transcurrieron pacíficamente.
Sin embargo, se registraron pequeños incidentes en diferentes puntos del país: un hombre fue expulsado de un centro de votación donde pretendía votar en visible estado de ebriedad y una mujer fue arrestada por las autoridades por la destrucción del voto.
En uno de los centros de votación de la capital San Salvador, otro hombre fue escoltado fuera del lugar luego de pronunciar un discurso contra Bukele, señalando los artículos de la Constitución que prohíben la reelección inmediata.
Desde hace casi dos años, el país vive bajo un régimen de emergencia que se renueva mes a mes a petición de Bukele en el Congreso y que supone la suspensión de derechos fundamentales de los ciudadanos como el derecho a tener un abogado o el derecho a ser informado. los motivos de la detención.
En este contexto, más de 76.000 personas han sido encarceladas -el 90% están sin sentencia judicial- y aunque esta estrategia ha sido ampliamente cuestionada por organizaciones de derechos humanos, constituye las bases de la política dura que Bukele ha propuesto para combatir el crimen. y las pandillas en sus últimos años de gobierno.
Al frente, Bukele tenía como rivales a Manuel “El Chino” Flores del FMLN; Joel Sánchez, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena); Luis Parada, de Nuestro Tiempo; Javier Renderos, de Fuerza Solidara; y Marina Murillo, de la Fraternidad Patriótica Salvadoreña.
El politólogo Álvaro Artiga, profesor de Ciencia Política de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dirigida por los jesuitas, dijo que “hay una especie de culto al gobernador en todas partes”.
El investigador Joao Picardo, de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), también destacó el peso político que tiene el presidente y afirmó que “falta comunión entre el pueblo y los partidos políticos como estructura política”. Los salvadoreños, indicó, se han “apegado más a la figura del presidente”.
Otro elector, José Salvador Torres, defendió estar satisfecho con la situación del país. “Ya voté, para ser respetuoso, voy a esperar tranquilamente los resultados, aunque todos sabemos quién va a ganar”, dijo Torres, de 45 años, un trabajador de la construcción que antes de votar dijo: “Estoy “Vengo a votar por mí mismo.” prensa.”
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