Tras la firma de los acuerdos entre el gobierno nacional y un sector de la oposición en Barbados, Washington ha decidido levantar parcialmente las sanciones impuestas a Venezuela.
A través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se ha emitido un instrumento legal que tiene como objetivo flexibilizar las medidas coercitivas aplicadas a Petróleos de Venezuela (PDVSA), empresa afectada por estas sanciones desde 2019.
El 67% de estas licencias generales están dirigidas al sector de petróleo y gas del país, el cual ha sido afectado por estas medidas que limitan la participación de inversionistas y otras empresas en los proyectos desarrollados por la principal industria del país.
Este levantamiento de sanciones se debe a las condiciones actuales en los mercados internacionales de petróleo y gas, así como a las complicaciones de Estados Unidos con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), especialmente con Arabia Saudita a causa del conflicto entre Israel y Gaza.
Según el experto en políticas públicas energéticas, David Paravisini, esta apertura de Estados Unidos beneficiará el desarrollo de la economía venezolana, que ha sido seriamente afectada en los últimos años. Paravisini considera que Venezuela debe aprovechar esta oportunidad para desarrollar una estrategia que permita recuperar la producción de petróleo.
Hasta el mes de septiembre, Venezuela había producido diariamente 733.000 barriles de petróleo, habiendo alcanzado un pico máximo de 819.000 barriles en mayo. Paravisini destaca que actualmente existen dos áreas de mercado en Venezuela que podrían expandirse de manera importante y significativa.
Por lo tanto, una vez que se han relajado parcialmente las sanciones, PDVSA debe entrar en una etapa de reorganización y realizar evaluaciones de proyectos, lo cual llevará tiempo. Se estima que la recuperación plena no ocurrirá antes del primer trimestre de 2024.
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