Una de las principales promesas de Donald Trump durante su campaña fue llevar a cabo la deportación masiva de inmigrantes indocumentados nada más llegar a la Casa Blanca. Pero el magnate no ha puesto un pie en el Despacho Oval, cuando sus partidarios en los tribunales ya han comenzado a desmantelar las políticas migratorias aplicadas por el gobierno de Joe Biden.
Un juez federal anuló el jueves la “libertad condicional vigente” de la administración de Joe Biden, una licencia que otorga estatus legal a unos 500.000 cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses, así como a unos 50.000 hijastros indocumentados de ciudadanos estadounidenses.
El juez J. Campbell Barker, designado por la administración de Donald Trump, había suspendido previamente la regulación, pero dijo en su fallo del jueves que la derogaría porque el Congreso no había otorgado al poder ejecutivo la autoridad para implementarla.
Esta decisión es la primera que se aborda en la dirección de fortalecer las políticas migratorias de Estados Unidos, en el marco de las promesas electorales de Trump. La medida llama la atención sobre las consecuencias que enfrentarán los inmigrantes ilegales en Estados Unidos cuando Trump asuma el cargo el 20 de enero de 2025.
La frontera sur en el ojo de Trump
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró tras el proceso electoral del 5 de noviembre que uno de sus principales objetivos es restablecer la seguridad en la frontera sur del país, donde limita con México. En este sentido, el republicano afirmó que hará que la frontera sur del país sea “fuerte y poderosa”, y que su administración “no tiene más remedio” que cumplir su promesa electoral de deportaciones masivas.
“Obviamente, tenemos que hacer que la frontera sea fuerte y poderosa, y al mismo tiempo queremos que la gente venga a nuestro país. No soy de los que dicen: ‘No pueden entrar’. ‘Queremos que la gente para entrar’, le dijo a NBC.
El magnate se refirió al voto récord que tuvo de los latinos en Estados Unidos, pese a que hizo campaña frontal contra los migrantes, especialmente los hispanos. “Quieren tener fronteras. Les gusta que la gente entre, pero que venga con amor al país y legalmente”, interpretó.
Trump no escatimó comentarios sobre sus intenciones de desmantelar todas las políticas migratorias de Biden, incluida la política que simplificó el camino hacia la ciudadanía para alrededor de medio millón de inmigrantes casados con ciudadanos estadounidenses.
Las principales promesas de Trump contra los migrantes
En su gobierno anterior, quedó claro que Trump estaba dispuesto a desmantelar la política de puertas abiertas que construyó Estados Unidos, con la construcción del gigantesco muro entre su país y México. Más allá de lo que significa la construcción y el efecto práctico que produce, su simbolismo habla por sí solo.
Trump ha asegurado que si gana pondrá en marcha el “mayor programa de deportaciones de la historia estadounidense” contra inmigrantes ilegales. Esto incluye a los padres de muchas personas nacidas en el país y sus familiares.
También prometió cancelar la política de “puertas abiertas”, completar la construcción del muro fronterizo en la frontera con México, fortalecer el personal fronterizo y volver a imponer la prohibición de entrada a los países indeseables, incluidos Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Las deportaciones no tienen precio
La cadena de noticias estadounidense CNN reveló en un reportaje especial que el plan de deportación masiva prometido por Donald Trump costaría al menos 100 mil millones de dólares y tardaría unos 20 años, aunque algunos especialistas creen que costaría mucho más y tardaría incluso más.
Sin embargo, el presidente electo defendió esta semana su plan de deportación masiva, calificándolo de “invaluable”.
“No es una cuestión de precio. En realidad, no tenemos otra opción. Cuando la gente mataba y asesinaba, cuando los señores de la droga destruyeron los países, ahora tienen que regresar a esos países, porque no tienen que quedarse aquí ” No tiene precio”, dijo en una entrevista telefónica exclusiva con NBC News.
Trump atribuyó parcialmente su mensaje sobre inmigración a una de las razones por las que ganó y se mostró complacido de tener un voto latino récord para un republicano.