– Venezuela Visión –
A medianoche de este lunes, Andrés Manuel López Obrador Ya no será presidente para irse, como él mismo dijo, a “La Chingada”, su rancho. La mañana del 30 de septiembre, una rueda de prensa se convirtió en una fiesta con desayuno incluido: sorteo de un periodista para mantener la mirada, presentación de su retrato en Palacio Nacional, la silla presidencial y un almuerzo con otros dirigentes.
Último día de mandato
Este lunes comenzó a promulgarse dos nuevas reformas constitucionales eso dice mucho de su gobierno. El que fortalece a la Guardia Nacional y la deja bajo el mando del Ejército, un cambio muy controvertido que culmina un creciente proceso de militarización del país. Y otro para garantizar los derechos de pueblos indígenas, un sector de la población al que querían ponerse del lado pese a las críticas de muchas comunidades nativas.
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“Tengo que agradecer al creador y a la suerte que no cometí muchos errores”, dijo el viernes como valoración final, aunque hay mexicanos que no coinciden con esa valoración.
López Obrador ha sido un presidente incansable. Recorrió todos los municipios de México y en los últimos meses visitó nuevamente el país para despedirse personalmente de sus seguidores en compañía de su sucesora, Claudia Sheinbaum.
Su último día como presidente es visto como un resumen de su forma de gobernar que, desde hace seis años, comienza casi cada día con una reunión del gabinete de seguridadseguido de su peculiar rueda de prensa.
Reunión con otros presidentes
López Obrador no ha anunciado con qué presidentes almorzará, pero entre los que ya se encuentran en la Ciudad de México para la toma de posesión de su sucesora, Claudia Sheinbaum, este 1 de octubre, se encuentran los jefes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Cuba, Miguel Díaz-Canel; y Honduras, Xiomara Castro.
“Voy a comer, porque tenía cosas que discutir con algunas personas”, temas de cooperación y amistad entre los pueblos, anunció López Obrador el viernes.
Tras traspasar el mando a Sheinbaum, López Obrador iniciará su retiro. Como ha insistido en innumerables ocasiones No hará declaraciones, discursos ni vida pública. Y en unos días partirá hacia su rancho de Palenque, en el sureste de México, al que bautizó como “La Chingada”, apodo de desprecio en México pero del que el propio López Obrador se rió, alardeando de ir. en orden decisión propia y no porque sus enemigos se lo ordenen.
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